Para
favorecer el óptimo desarrollo del niño, las actividades de estimulación se
enfocan en cuatro áreas: área cognitiva, motriz, lenguaje y socioemocional.
Área
cognitiva: Le
permitirá al niño comprender, relacionar, adaptarse a nuevas situaciones,
haciendo uso del pensamiento y la interacción directa con los objetos y el
mundo que lo rodea. Para desarrollar esta área el niño necesita de
experiencias, así el niño podrá desarrollar sus niveles de pensamiento, su
capacidad de razonar, poner atención, seguir instrucciones y reaccionar de
forma rápida ante diversas situaciones.
Área
Motriz: Esta
área está relacionada con la habilidad para moverse y desplazarse, permitiendo
al niño tomar contacto con el mundo. También comprende la coordinación entre lo
que se ve y lo que se toca, lo que lo hace capaz de tomar los objetos con los
dedos, pintar, dibujar, hacer nudos, etc. Para desarrollar esta área es
necesario dejar al niño tocar, manipular e incluso llevarse a la boca lo que
ve, permitir que explore pero sin dejar de establecer límites frente a posibles
riesgos.
Área de
lenguaje: Está
referida a las habilidades que le permitirán al niño comunicarse con su entorno
y abarca tres aspectos: La capacidad comprensiva, expresiva y gestual.
La
capacidad comprensiva se desarrolla desde el nacimiento ya que el niño podrá
entender ciertas palabras mucho antes de que puede pronunciar un vocablo con
sentido; por esta razón es importante hablarle constantemente, de manera
articulada relacionándolo con cada actividad que realice o para designar un
objeto que manipule, de esta manera el niño reconocerá los sonidos o palabras
que escuche asociándolos y dándoles un significado para luego imitarlos.
Área
Socio-emocional: Esta
área incluye las experiencias afectivas y la socialización del niño, que le
permitirá querido y seguro, capaz de relacionarse con otros de acuerdo a normas
comunes.
Para
el adecuado desarrollo de esta área es primordial la participación de los
padres o cuidadores como primeros generadores de vínculos afectivos, es importante
brindarles seguridad, cuidado, atención y amor, además de servir de referencia
o ejemplo pues aprenderán cómo comportarse frente a otros, cómo relacionarse,
en conclusión, cómo ser persona en una sociedad determinada. Los valores de la
familia, el afecto y las reglas de la sociedad le permitirán al niño, poco a
poco, dominar su propia conducta, expresar sus sentimientos y ser una persona
independiente y autónoma.

No hay comentarios:
Publicar un comentario