Los juegos didácticos son importantes en los
niños de la etapa inicial o preescolar ya que estimulan su actividad,
iniciativa y cualidades psíquicas o físicas, así como las destrezas motrices
dependiendo del tipo de juguete. Además de la relación estrecha con las
sucesivas etapas de la formación de su personalidad, que en cada período
plantea necesidades y motivos particulares, los cuales es necesario conocer
bien para saber a dónde dirigir la estimulación. La investigación es
documental, lo que indica que se basa en la recolección o consulta de
documentos ya existentes. Finalizada la investigación se determinó que el juego
desarrolla diversos aspectos en la población infantil, tales como la
socialización, el aprendizaje, nuevos conocimientos, madurez, creatividad,
entre otros. Además de su desarrollo psicomotor, cognitivo y socio-emocional.
miércoles, 24 de julio de 2013
Estimula a tu bebe.....
¿Qué es la estimulación
temprana?
La
estimulación temprana es el conjunto de medios, técnicas, y actividades con
base científica y aplicada en forma sistémica y secuencial que se emplea en
niños desde su nacimiento hasta los seis años, con el objetivo de desarrollar
al máximo sus capacidades cognitivas, físicas y psíquicas, permite también,
evitar estados no deseados en el desarrollo y ayudar a los padres, con eficacia
y autonomía, en el cuidado y desarrollo del infante.
¿Por qué
recibir estimulación temprana?
Durante
esta etapa se perfecciona la actividad de todos los órganos de los sentidos, en
especial, los relacionados con la percepción visual y auditiva del niño, esto
le permitirá reconocer y diferenciar colores, formas y sonidos. Por otro lado,
lo procesos psíquicos y las actividades que se forman en el niño durante esta
etapa constituyen habilidades que resultarán imprescindibles en su vida
posterior.
La etapa de
0-3 años de vida del niño establece particularidades en el desarrollo:
- Se caracteriza por
su ritmo acelerado del desarrollo del organismo.
- Interrelación entre
el estado de salud, el desarrollo físico y psiconervioso del niño.
- Alto grado de
orientación con el medio.
- Desarrollo de
estados emocionales.
- Papel rector del adulto
en el proceso del desarrollo.
La
estimulación temprana busca estimular al niño de manera oportuna, el objetivo
no es desarrollar niños precoces, ni adelantarlos en su desarrollo natural,
sino ofrecerle una gama de experiencias que le permitirán formar las bases para
la adquisición de futuros aprendizajes.
¿Cómo castigar de manera educativa o útil?
¿Cómo castigar de manera
educativa o útil?
Antes de castigar a un niño es aconsejable
que cuando su comportamiento empiece a ser un problema se le avise de ello y de
la posibilidad de que si no remite su conducta será castigado. Así, el pequeño
será consciente de que el castigo viene dado por su actitud y no le extrañará
lo que le ha pasado; además, se le da margen a que modifique su comportamiento
“por las buenas”.
Existen una serie de normas que se tienen que
dar a la hora de castigar de una manera educativa para que el intento de
modificar una conducta inadecuada resulte más útil y eficiente:
·
Inmediatez del castigo: supone que nuestra
respuesta sea en el momento en que se da el mal comportamiento; así nuestro
hijo vinculará la acción con la reacción. Si se le escarmienta, por ejemplo,
una hora tarde, puede que ni recuerde qué ha hecho mal y que no sepa el motivo
por el que se le castiga en ese momento.
·
Actitud reflexiva: los padres no
debemos caer en el castigo o la bronca sin pensar qué decimos. Si el crío suele
comportarse mal, podremos pensar previamente qué tipo de frases o castigos
vamos a imponer según qué tipo el tipo de cosas que pueda llegar a hacer
nuestro hijo.
·
Respuesta proporcionada: no puede darse el
caso de que por una conducta grave (como pegar a otro niño) reciba un castigo o
una reprimenda menor que por algo de menor gravedad (como no recoger un juguete).
·
Centrarnos en la conducta, no en el niño: en vez de decir al
pequeño “eres muy malo”, es mucho mejor decirle “te estás portando mal”. En el
primer caso, el niño siente que es malo y que, aunque pueda portarse bien,
seguirá siendo malo. En cambio, en el segundo ejemplo verá que sólo lo es en
ese momento y será más fácil modelar su actitud.
·
No compararle con otros niños: un error muy
frecuente es decir al pequeño cuando se comporta mal que otros son mejores que
él. Esa actitud hacia él no resulta nada productiva y lo único que
conseguiremos es mermar su autoestima sin que él sienta
la necesidad de cambiar.
Castigos infantiles
Castigos infantiles
En la
tarea de educar a nuestros hijos nos encontramos siempre ante situaciones
complicadas por diversos motivos; uno de ellos es su mal comportamiento, ya sea
puntual o habitual. Para reconducirles podemos utilizar diferentes vías: el
diálogo, reforzar las conductas correctas o castigar aquellas que se quieren
extinguir.
Cada
una de estas opciones tiene sus ventajas y sus inconvenientes, por lo cual lo
más aconsejable es saber combinarlas de la manera correcta para conseguir de
los críos un comportamiento lo más adecuado posible. No debemos olvidar que son
niños y, por tanto, su capacidad emocional y de autocontrol está menos
desarrollada que en los adultos, por lo que no podemos esperar un
comportamiento perfecto.
Un
aspecto clave a la hora de tratar de modificar las conductas disruptivas de los
niños es recordar que no hay dos niños iguales. Si una cosa funciona para uno,
para otro no necesariamente tiene que valer. La educación no es una ciencia
exacta. No hay fórmulas mágicas que siempre resulten.
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